Imagen tomada de aquí.
Hace mucho tiempo, tenía unos 5 o 6 años quizá, mi madre me recalcaba día a día la importancia de la mujer en todas las actividades que periódicamente vivimos.
- Me hace el favor y respeta a las niñas, que nunca reciba una queja porque usted la golpeó, gritó, insultó o maltrató de cualquier manera porque lo acabo a correa o en su defecto le sobra chancla –
Después de repetir eso unas 2 o 3 veces cada día, tenía muy claro que si hacía algo de lo que ella mencionaba, me iba a meter en problemas.
- A las niñas no se les toca ni con el pétalo de una rosa –